Se terminó el ruido, las multitudes, las calles
y veredas tomadas por asalto. Dejamos Ámsterdam y llegamos a la ordenadísima Zurich, la cuna del
dadaísmo, del Cabaret Voltaire, de Tristan Tzara, de Hugo Ball, de Picabía, de
Otto Dix. Es difícil imaginar, en esta ciudad de tensiones ausentes, la
ruptura, la provocación, el escándalo de aquellos días. 1916 reza la inscripción
de la entrada al Voltaire. Hoy apenas una arquitectura recordatoria. Un poco más
arriba, en las colinas, la
Universidad de Zurich, una clase de filosofía y el Archivo
Tomas Mann. Abajo, a media mañana, una bella feria de víveres y flores, que
retorna a la ciudad a sus épocas de aldea.
martes, 30 de septiembre de 2014
domingo, 28 de septiembre de 2014
ÁMSTERDAM: TRES FORMAS DE CIUDAD
Ámsterdam: tres formas de ciudad
Hoy, como ayer, existen políticas urbanas que conforman modelos a ser aplicados en forma global, tanto en los trazados de la ciudad como en sus usos y costumbres. Aquí, tres formas que, con sus variantes, se repiten (o se repitieron) en las principales ciudades del mundo: el barrio de inmigrantes ubicado en la periferia; la ciudad utópica y la reutilización y jerarquización del puerto como espacio privilegiado. Bijlmer, Het Schip e Isla de Java.
Het Schip
Isla de Java
Fotos: Zenda Liendivit / Septiembre 2014
sábado, 27 de septiembre de 2014
LAS CALLES DEL DESEO
Las calles del deseo
Las tiendas de accesorios eróticos resultan, por lo menos,
anacrónicas; hay algo de cine porno clase B en esos disfraces y posturas
exhibidos en las vitrinas. Poca novedad en un mundo que recurre a la
pornografía para vender casi cualquier cosa. Algo parecido ocurre con el Museo
del cannabis y sus casas aledañas. Hay menús de variantes sexuales a las
puertas de los negocios como todo tipo de comestibles con el ingrediente
mágico. Hay un museo de la prostitución como está el de Van Gogh o el de cera.
Y aún más: hay un público eufórico que toma la ciudad como el living de la casa
y desde allí, vaso y cigarrillo en mano,
decide el itinerario. El paso de las multitudes sigue siendo el gran
protagonista; y la ciudad, a fuerza de mitos sustentables, la gran
patrocinadora de fantasías redituables.
miércoles, 24 de septiembre de 2014
BRUSELAS: LO PÚBLICO Y LO PRIVADO
Bruselas: lo público y lo privado
El lunes pasado, cuando llegamos a Bruselas, Lady Gaga se
presentó en la Plaza Central
de la ciudad. El sitio fue vallado y fuertemente custodiado por policías: la
entrada era con invitación y el evento organizado por una empresa de
comunicaciones.
El Palacio Stoclet, del arquitecto vienés Joseph Hoffman,
fue declarado Patrimonio de
Fotos: Art Nouveau en Bruselas (Z. L., septiembre 2014)
martes, 23 de septiembre de 2014
POBRE BRUSELAS
Pobre Bruselas
¡Qué ciudad difícil! ¿Será que me está dando el "síndrome Baudelaire"? Melancólica, un poco abandonada, como si la historia le pesara y necesitara sacársela de encima a través de aberraciones arquitectónicas y urbanas. Hermoso el Museo Magritte: pinturas, dibujos, manifiestos, gráficas, revistas de vanguardia y films desopilantes, en blanco y negro, donde se ríe, él con los amigos, de casi todo lo instituido. Una inyección de vida a esta ciudad sombría.
¡Qué ciudad difícil! ¿Será que me está dando el "síndrome Baudelaire"? Melancólica, un poco abandonada, como si la historia le pesara y necesitara sacársela de encima a través de aberraciones arquitectónicas y urbanas. Hermoso el Museo Magritte: pinturas, dibujos, manifiestos, gráficas, revistas de vanguardia y films desopilantes, en blanco y negro, donde se ríe, él con los amigos, de casi todo lo instituido. Una inyección de vida a esta ciudad sombría.
LONDRES AL ESTE
Londres al Este
Estuvimos por fin en el East End londinense, esa zona donde la ciudad empieza a perder altura y brillo y el pasado centellea en ferias de rastros, pintadas libertarias y marginalidades varias. Un conglomerado de lenguas condenadas, matices e historias. Whitechapel, Brick Lane y toda la mitología prontuariada que ya se volvió, de nuevo, objeto de culto y peregrinación. Así fue nuestro último día en Londres, frío y soleado: el otoño fue puntual. Nos estamos yendo a Bruselas.
Estuvimos por fin en el East End londinense, esa zona donde la ciudad empieza a perder altura y brillo y el pasado centellea en ferias de rastros, pintadas libertarias y marginalidades varias. Un conglomerado de lenguas condenadas, matices e historias. Whitechapel, Brick Lane y toda la mitología prontuariada que ya se volvió, de nuevo, objeto de culto y peregrinación. Así fue nuestro último día en Londres, frío y soleado: el otoño fue puntual. Nos estamos yendo a Bruselas.
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