viernes, 31 de marzo de 2023

¿QUIÉN PROTEGE A LOS NIÑOS?

 ¿Quién protege a los niños?



Entre adultos, de común acuerdo, todo; con los niños, nada. Niños y también adolescentes, que todavía guardan retazos de infancia y que se debaten entre ambos mundos. La industria del espectáculo tiene un largo prontuario para estas tropelías pedófilas. Es la versión legalizada socialmente de la trata y/o el abuso de infantes. El pedófilo, así como el psicópata, no tiene remedio alguno sencillamente porque no es una enfermedad: es una forma de ser, de la que no solo suele estar orgulloso sino que incluso siente cierto placer por ubicare encima de los valores “tradicionales” de la sociedad, de la moral y de la ley. La familia suele ser espacio propicio: intocable, hasta hace poco, el tema era considerado un asunto privado y el hijo pequeño, un objeto de los padres. El niño no tiene alternativa alguna frente a familiares violadores. Ninguna. Ni recursos materiales, ni emocionales, ni siquiera lingüísticos. Cuando los padres alientan a los niños o adolescentes a participar de programas o espectáculos de dudosa reputación, lo que están esperando es salvarse a través de ellos. De lo contrario, estarían ahí como vigías eternos. El caso resonante de Fardín es elocuente. Niños que viajan al exterior con adultos, que a la vez son sus jefes o productores. Que un chico tenga 14 o 16 es lo mismo, es decir, zona prohibida para adultos. La niñez prostibularia, además, es un gran negocio, como tantos otros donde la corrupción está en las mismas estructuras. Por lo que la delación, la denuncia, el prestarle la voz a ese niño que aún no la tiene, serían herramientas eficaces y comunitarias. Una sociedad en estado de alerta (todavía me arrepiento de no haber denunciado a algunos, o por lo menos, no haber lanzado alguna advertencia), confrontativa, o incluso, la denuncia anónima. Tantos movimientos e ideologías de género, orquestados por poderes en las sombras, para “proteger” a quienes no necesitan de protección alguna y tanto olvido hacia los verdaderos vulnerables. Pobres y niños siguen siendo invisibles mientras las sexualidades diversas berrean su diferencia como si estuviéramos en la década del 50 del siglo pasado. Entelequia conveniente para a través de la victimización ganar poder y víctimas reales en el completo olvido.

martes, 21 de marzo de 2023

MIS ÚLTIMAS OBRAS

Pinturas al óleo 
Lienzo y bastidor. Papel, enmarcadas



  



 






 





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sábado, 18 de marzo de 2023

POSTALES DE BALCARCE: SALAMONE Y UN PUEBLO OLVIDADO

 Salamone y un pueblo olvidado

Me despierto en la ruta y lo veo: el sol que está “muriendo” y ofrece en su ocaso una descomunal belleza. Una hora después arribo a la desvencijada terminal de Balcarce, un sitio que parece haber sido arrasado y nunca se volvió a levantar.  El objetivo, claro está, es Salamone. No contaré demasiado porque se está preparando el video Puebladas, al que le faltaba este viaje, y tendrá relatoría propia. Diría que es el fin de un recorrido detrás de este arquitecto tan seductor como enigmático (y al que le dediqué fragmentos en algunos libros). 

Balcarce me resultó desértica. Amabilidad de pueblo conjugada con abandono. Barrios ampulosos y otros muy precarios: la constante argentina. Poca gente en las calles, ni en las horas pico ni en los fines de semana. “Todos se meten a sus casas a las 8 de la noche, nos quedó de la pandemia, no volvimos a salir”, me dice la dueña de una “regalería”. Hay solo dos líneas de colectivos, circulares y fantasmales. Casi nadie conoce recorridos, paradas ni horarios. Abundan los autos, encimados unos sobre otros (aunque respetuosamente ofrecen paso al peatón); y los remises, con precios siderales. “Voy caminando a mi trabajo, hoy se me hizo tarde. Tenés que conocer los horarios, porque si perdés uno, el otro recién pasa dentro de una hora”, me dice una chica que espera conmigo el 502 que me llevará a la zona del cementerio. “¿Por qué el intendente tiene que destinar fondos en estos edificios si en los hospitales no hay agua? Juntos por el Cambio tenía que ser”, protesta el remisero, que se declara kirchnerista por si había alguna duda, que me lleva al ex matadero, hoy convertido en Centro Cultural Salamone, que tampoco funciona. “No es así; son partidas diferentes. Hace muy bien en revalorizar esas obras, que son hermosas y que van a atraer al turismo”, discrepa una mujer, al frente de un negocio de ropa. “Acá hay grupos que se formaron en forma espontánea para estudiar su obra”, remata. “Vienen especialistas de todos lados. Pero los herederos no nos dejan intervenir demasiado. Solo limpieza de fachada, no quieren que se vuelva a pintar, quieren conservar el original”, me dice el encargado del cementerio. 

Fangio, sin embargo, domina la escena turística, con enorme museo y estatua incluida en los bordes de la bellísima plaza Libertad. Que parece fuera de escala en relación al pueblo. Bien “estilo Salamone” por su monumentalidad y belleza. Después de una semana, dejo Balcarce con la sensación de pueblo desvitalizado (si lo comparamos con algunos de sus vecinos, como Tandil). Pueblo que necesita identidad propia. “Nos consideran zona de paso, por eso nadie arregla la terminal”, remata otra confidente. Agregaría también que parece un pueblo privatizado, privado del sentido de comunidad, aunque todos se saluden por sus nombres de pila.






















FOTOS: ZENDA LIENDIVIT, MARZO 2023

jueves, 9 de marzo de 2023

LECTURAS / LA SEDUCTORA PESADILLA DEL CAPITALISMO

Ciclo de Lecturas por YouTube

En abril empiezan las lecturas de fragmentos de mi último libro, en el canal de YouTube de Revista Contratiempo 

www.youtube.com/@revistacontratiempo