viernes, 24 de junio de 2022

ABORTO: LOS FUNDAMENTOS Y LAS COSAS

 Aborto: Los fundamentos y las cosas

Habría que mirar el fallo de la Corte Suprema de los EEUU desde otro punto de vista. Salir de la trampa del lenguaje. En este caso, reaccionarios vs. progresistas. Porque ni devolver el derecho a una vida potencial es una cuestión reaccionaria ni luchar por la libre decisión del cuerpo cuando en realidad ese cuerpo ya no está solo es progresista. La ideología, así como la entendemos y padecemos hoy, ya no constituye un conjunto de ideas que definirán una forma de vida sino un instrumento de coerción, control y censura. Y el lenguaje está presto, siempre lo está, a oficiar de guardián de la causa y a la vez, él mismo, es cooptado por ella. Hay que salir definitivamente de las trampas del lenguaje y abandonar esos conceptos que hoy día ya no nos dicen demasiado. El embrión y después el feto no son granos a extirpar sino voluntad de vida. Ya no es propiedad privada de la gestante sino otra cosa. Y aquí es donde resulta más interesante el fallo: EEUU, el centro mundial del capitalismo, opta por no considerar a esa “otra cosa” precisamente como cosa sino como potencia vital. Ese tal vez es el mundo que viene: no de progres contra reaccionarios, izquierda contra derecha, sino de mercaderes contra fundamentalistas. Habrá que estar muy atentos a las variantes de cada uno de ellos. Porque ya sabemos que ambos, en sus extremos, nos conducen directamente a la catástrofe.

martes, 21 de junio de 2022

CRÓNICAS MEDITERRÁNEAS (2) / LOS ESTILOS DE CÓRDOBA

 Los estilos de Córdoba

En las hermosas ferias del Paseo de las Artes y del Pasaje Revol se arremolina el gentío. Sobre Belgrano, a partir de las 6, los bares de cerveza, uno al lado del otro, explotan de jóvenes y no tanto. El barrio Güemes funciona en continuidad con su vecino Nueva Córdoba, generando un polo de arte, cultura y abundancia (alguna vez una librera me dijo que los altísimos edificios de este sector eran ocupados por los hijos de la soja). En los puestos sobre Revol rebusco objetos de épocas pasadas, encargo de los chicos de producción. Una mujer me comenta que vienen muy seguido gente de teatro y de cine a buscar material; me facilita un par de cosas, preciosas. Cuando me despido dice que espera verme pronto en la pantalla, que le avise. Le agradezco la gentileza pero no, le aclaro que por el momento solo me ocupo de los insumos. Recibo un par de piropos mentirosos, estilo poético “dichosos los ojos…” o el tradicional “adiós preciosa”. Celebro la hospitalidad y sobre todo, la ausencia de neofeminismos obtusos. Amabilidad es lo que sobra en esta próspera ciudad. En el centro histórico el gentío se arremolina en las peatonales y pasajes, que conjugan arquitectura, memoria y consumo. Obispo Trejo sigue siendo mítica, con esa parsimonia de solo estar ahí, entre mesas al sol y librerías. Hay turistas argentinos y muchos europeos. “No, no estamos tan bien, las tarifas y la comida no dejan de subir. La ropa está más cara que en Buenos Aires. La falta de gas es un invento, para seguir aumentando”, me dice un trabajador enojado. Veo pocos negocios cerrados por la pandemia. “Aquí nos recuperamos enseguida”, me comenta una mujer, dueña de una pyme. Hablo también con los artesanos: los feriados los salvan y, como ya me dijeron en Chascomús, a veces no alcanzan a reponer y se quedan trabajando toda la noche. Bellísima Córdoba, históricamente incómoda también.

















Fotos: Z.L. Junio 2022

jueves, 16 de junio de 2022

CRÓNICAS MEDITERRÁNEAS / EN CÓRDOBA PASAN COSAS RARAS

 En Córdoba pasan cosas raras

Bajo del micro, larga cola para taxis. Cuando llegan, eligen pasajeros: los que van al centro, se quedan a pié. Hay piquete de los municipales y las calles periféricas están cortadas. Me hizo sentir como en casa. 15 cuadras hasta el hotel, en la mítica Cañada, en el bohemio Güemes. Muy amables los conserjes: el check in era recién a las 15, pero me aclararon que no necesitaba abonar la diferencia (que me habían pasado por teléfono). Que con unos bon o bon se daban por satisfechos. Vuelvo a Córdoba después de exactamente tres años de la última vez. A la noche, breve recorrida por el barrio, que parece estallar, de luces, de gente, de bares, de música en la calles, zona próspera y festiva. Otra Córdoba a la del centro histórico degradado, refugio de "sin techo" y desamparados. Ciudad mítica, díscola, desafiante, patea el tablero cada vez que puede. No sé si pasan o pasarán cosas raras (¿lo habrá dicho Perón?). Habrá que ver y esperar.  


FOTOS: Z.L. Junio 2022