Bruselas: lo público y lo privado
El lunes pasado, cuando llegamos a Bruselas, Lady Gaga se
presentó en la Plaza Central
de la ciudad. El sitio fue vallado y fuertemente custodiado por policías: la
entrada era con invitación y el evento organizado por una empresa de
comunicaciones.
El Palacio Stoclet, del arquitecto vienés Joseph Hoffman,
fue declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO.
El bellísimo edificio art nouveau, situado en una de las
zonas más acomodadas de la ciudad, pertenece a un particular que no tuvo mejor
idea que colocar un cartel de “Prohibida la entrada. Propiedad privada”. A la
Casa Tassel de Víctor Horta, otro
Patrimonio de la Humanidad,
se puede acceder solamente con visitas planificadas y seleccionadas de
antemano. Lo mismo ocurre con el Hotel Solvay, del mismo arquitecto. Una política cultural fundada en cotos de caza
siempre actúa en contra de cualquier sociedad: algo a lo que nosotros estamos, lamentablemente, acostumbrados. Nos resulta extraño, sin embargo, encontrarlo en esta parte de
Europa.
Fotos: Art Nouveau en Bruselas (Z. L., septiembre 2014)