martes, 20 de diciembre de 2011

LIBROS / EL CENTRO Y LOS VÉRTICES (PRÓLOGO)


El centro y los vértices

Escribir implica que existe un problema y la escritura se propone como un espacio de reflexión sobre el mismo. Las diferentes formas estéticas planteadas en este libro —la literatura, el arte, el cine, los viajes, la ciudad, la infancia, las pasiones, las miradas sobre la actualidad— funcionan como superficies de exploración que tienen el objetivo común de pensar una época. No se trata de abordajes disciplinares, mucho menos de estudios con formas investigativas pautadas de antemano. Todo lo contrario: interesan en sus relaciones, en lo que hacen entrar en vecindad pero también, en lo que abisman y extrañan, en sus intercepciones a veces inesperadas. Cada texto breve conforma un vértice que siempre aspira a detonar un centro imposible, a tensionar un espacio, a volverlo singular. El discurrir tiene mucho de vagabundeo azaroso poblado de esas intensidades que oscilan entre las cuestiones eternas y las trivialidades de la vida cotidiana. El centro y los vértices es un libro personal que pretende, como cualquier obra, convertirse en material de construcción de épocas futuras. Anidan en él gérmenes de próximos libros: un ensayo sobre Borges, una novela sobre el amor y el destino y un cuaderno de travesías, tal vez una biografía. Se escuchan también rumores de anteriores. En todo caso, la escritura es el vértice, el centro, la obsesión y el problema.