Nocturnos
La nocturnidad no es una opción, es una condición biológica.
Pensar y producir de noche, lejos de los fragores productivos, es toda una
metáfora: tomar distancia de aquello sobre lo que se escribirá. Pero, ¿cómo
escapar transitoriamente de esta modernidad acelerada a la que se intenta dar
forma? La noche también está poblada de fantasmas, oralidades, reclamos,
reyertas, aunque una esté completamente sola. Aquí Google me recuerda esos (nocturnos) proyectos urbanos de la luminosa Ámsterdam.
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