domingo, 13 de febrero de 2011

IMAGENES DE UNA TRAVESÍA / BARCELONA

La ciudad mundial

Barcelona se piensa como ciudad mundial. Producir nuevas formas de ciudad y que ese desarrollo sea sostenible (el término del momento de urbanistas y especialistas) es la misión a la que se halla abocada. Y se nota. La ciudad, otra vez, como función social, como reguladora de flujos e intensidades, como organizadora de heterogeneidades y diferencias. De la ciudad fragmentada a la metrópolis compacta donde ningún elemento estaría librado a su propia suerte es el ideal metropolitano del siglo XXI. Un nuevo socialismo urbano donde los movimientos demográficos y las catástrofes ambientales son algunas de las preocupantes variables actuales. Como en estos días que la boina, un casco gris de polución ambiental que cubre a la ciudad, irrita los ojos y dificulta a ratos la respiración, es el tema del momento. Y es una cuestión política que se debate en los bares, en la calle y en los medios.
En el Museo de Arte Contemporáneo vimos La forma del pensamiento, del grupo inglés The Otolith, una muestra sobre las formas de investigar la percepción y la construcción de las identidades y de las estéticas actuales a través de los medios de comunicación. Atravesar las salas de la Planta Baja del Museo devenido centro de investigaciones audiovisuales, no deja de ser una experiencia extraña. En la oscuridad surgen de golpe las pantallas, de todos los tamaños, que emiten imágenes al vacío, a la espera de una recepción interesada. Un gigantesco collage tecnológico de retazos que se arma a voluntad del visitante. Afuera, y como para contrarrestar tanta diversidad, los larguísimos corredores, los volúmenes demasiado puros, las interminables superficies vidriadas y el sol que enciende los espacios blancos del bellísimo edificio de Meier.


Fotos: MACBA (arriba) / Palacio de la Música Catalana (abajo)
ZENDA LIENDIVIT (FEBRERO 2011)