La diferencia
Social. Inclusiva, pluralista, hospitalaria. El lenguaje, como siempre, resulta
pobre, incluso trillado. Evado las terminologías tecnocráticas
de planificadores y gerentes urbanos; me queda, entonces, la diferencia. Ciudad
de la diferencia, sin estrategias marketineras. Sin sellos ni marcas que
coticen en el mercado. No es Ámsterdam, que se publicita como libertina, ni Las
Vegas como pecaminosa. Tampoco es la encantadora y punk Glasgow. Medios tonos,
ciudad que se abre al que sea y como sea. No sé si será por ese sol
californiano pero hasta sus tensiones resultan luminosas. Medios de transporte con plataformas
especiales para el acceso de aquéllos con capacidades diferentes; escala humana en las formas de circulación y desplazamiento; homeless y marginales con derecho a la ciudad; diferencias sexuales y étnicas; huertos
urbanos; cultura integrada a la geografía y el paisaje, como en los muelles
reciclados de Fisherman´s Wharf y Exploratorium o en el tratamiento costero,
son apenas algunos gestos. Gestos de diferencia que son también de resistencia.
Tal vez, formas inesperadas de capitalismo.
Fotos: Zenda Liendivit (Febrero 2015)