lunes, 23 de septiembre de 2013

NUEVA YORK (5) / HARLEM

Harlem

Es el African day, me aclara el vendedor del mercado al que entré porque me había quedado sin baterías, te gusta, me pregunta, sí claro, le digo, y él entonces agradece y se golpea el pecho con el puño, con dos golpecitos como latidos del corazón, cómo no habría de gustarme, bailan y parece que le hicieran bailar al pavimento que pisan, al viento que sopla fuerte y al mismo sol que se desparrama esta bellísima tarde de septiembre. Gritos, algarabía, baile y música, es domingo y hay desfile de comunidades en Harlem, todos ataviados con los colores nacionales, Ghana, Somalia, Mali, Togo, Marruecos, pero también cultores del hip hop y asociaciones varias, todos bailan, gritan, a veces parecen gritos de guerra. La policía corta el tránsito, estamos en el Bulevard Malcon X camino al Luther King, parece carnaval pero no hay carrozas, solo el colorido de los trajes y por supuesto, la danza. Bailan, bailan y bailan, a veces en forma sincronizada, otras, solos. Hola, cómo estás, espero que la estés pasando bien, me dice un hombre, tendiéndome la mano, todo vestido de traje negro y con una amplia sonrisa, casi lo confundo con algún pastor evangélico pero no, es candidato a contralor de la ciudad de Nueva York que salió a hacer campaña, atrás un ayudante me pasa el volante, el candidato sigue su marcha, con la sonrisa electoralista a cuestas. Ahora las chicas hacen una coreografía que repiten a todo lo largo del desfile, un bamboleo con una pequeña cesta en la mano, se bambolean y rompen los corazones de varios, es curioso, hay pocos turistas, la mayoría es local, sacan fotos, filman, se reconocen y se saludan a los gritos, agitan las banderas, vivan al país y siguen, sin dejar de bailar. Regreso por el Bulevard Luther King a tomar el metro 6, atravieso un puente, me recuerda a Puente Lanoria, mendigos, basura, gente que deambula, no va ni viene, deambula, la música sigue pero ahora proviene de los puestos que venden hip hop, jazz, gospel, blues, suena Fitzgerald, Franklin, mezcladas con Bob Marley y Holliday. Harlem y Barracas o Villa Riachuelo, pienso, esa constante de la prosperidad en tener su propio patio de atrás.