San Pablo es verde, a pesar de ser una de las metrópolis más grandes de América y del mundo. Su topografía es irregular, sube y baja, tal vez no tanto como Lisboa pero lo suficiente como para abolir cualquier línea de horizonte estable y llevar la vida metropolitana a diferentes niveles superpuestos. San Pablo puede llegar a ser claustrofóbica en su zona central, donde convive la miseria de los cuerpos durmiendo en las aceras con las monstruosas construcciones de una modernidad decadente. Se expande en horizontal y en vertical en un movimiento que la vuelve literalmente impensable, indefinida. Es receptora, polifuncional, se acelera con sus múltiples rodovías y se relentiza con su clima tropical y sus espacios para infinitas propuestas. Está todo lleno, va a ser difícil, nos dicen en Turismo del Aeropuerto Guarulhos a nuestra llegada. La hotelería completa en San Pablo, pensamos, ¿qué habrá? No se trataba de alguna Bienal o de una cumbre del Mercosur: Fórmula 1, nos responden enseguida. Cuatro días que tendrán en jaque a la ciudad mundial por la carrera de Interlagos.
Imágenes de la zona central de San Pablo
FOTOS ZENDA LIENDIVIT, Noviembre 2011