Materiales de construcción
La mirada al pasado no es exactamente el producto de la detención del cuerpo que gira hacia atrás y observa. Es más bien la colisión con el presente de algo que se creía ya pasado. En algunos casos, son materiales dispersos que emergen con la búsqueda y que alguna vez constituyeron la base material de esa actualidad que me conformó en la infancia. Materiales concretos como piezas de rompecabezas que ahora exigen una forma. O se atesoran como recuerdos nostálgicos (sería la mirada del anciano al que se le agotó el tiempo) o se les sigue el rastro para comprender qué lugar ocuparon en aquella construcción. Una especie de relevamiento arqueológico de la trivialidad: por lo general, esos elementos fueron pensados efímeros, pero sobrevivieron y se anclaron en las fundaciones. Son, además, íntimos, personales, pero a la vez colectivos. La mirada al pasado tampoco es la construcción del mito personal, la puesta en relieve de la existencia a través de la escritura. Es, en todo caso, la existencia personal entendida como material colectivo de construcción de esa época que, de alguna forma, ahora me hace retacear el cuerpo al presente.