sábado, 26 de agosto de 2017

TV / GIRLS. EL ARTE DE LA EXISTENCIA

GIRLS
El arte de la existencia

Todo gira en torno a Hannah (Lena Dunham, que además es creadora y productora de la serie). Y lo que al principio parecería un elemental ejercicio de narcisismo se va transformando, de a poco, sutilmente, en la construcción de una estética diferente. Y no solo porque Hannah, su cuerpo y su intelecto son atípicos en esa periferia bohemia y medio descarriada que es Brooklyn. Promiscua, grosera, exhibicionista, indiferente a cualquier ley social o moral, excedida de peso y poco atractiva, Hannah también es escritora. O mejor dicho, es todo lo anterior un poco por temperamento pero principalmente porque quiere ser escritora. Sus reiterados "desenfrenos" aspiran a acelerar esos escasos 22 años iniciales y transformarlos, a través de la escritura, en shock para una aburguesada y demasiado cómoda clase media que observa indiferente el principio de su debacle. A costa del propio cuerpo, claro está. Porque "Girls" es también una re educación de la mirada neoyorkina en tiempos de Obama (de hecho, Dunham apoyó la campaña del expresidente). Una generación de veinteañeros que no encuentra espacio propio, que pulula por las calles descascaradas de Greenpoint, el vecino del insurgente Williamsburg, y que no aspira a Manhattan (aunque la tenga enfrente) sino a otras formas, diríamos, después de aquella debacle. Hannah, Yessa, Marnie y Shoshanna, secundadas por amigos, novios, padres y amantes de turno, constituyen prototipos desesperados que, mientras rompen con lo heredado, se preguntan qué hacer con un futuro que llega mucho más rápido de lo esperado, hasta casi tornarse presente. Este, entretanto, les explota en los cuerpos, zamarreándolas de un lado a otro. Casi como a cualquier joven: la única diferencia es que la explosión ocurre en ese pretendido, privilegiado y tan publicitado centro del mundo del que, pesada carga, hay que huir como quien huye de un edificio en demolición. Y tal vez retornar. En este desplazamiento, del destino buscado al espacio transformado por aquella búsqueda, se juega la vida de las chicas. Y probablemente, la de una ciudad que empieza a encender las luces de un ocaso inevitable.