GIRLS
El arte de la existencia
Todo gira en torno a Hannah (Lena Dunham, que además es creadora y
productora de la serie). Y lo que al principio parecería un elemental ejercicio
de narcisismo se va transformando, de a poco, sutilmente, en la construcción de
una estética diferente. Y no solo porque Hannah, su cuerpo y su intelecto son
atípicos en esa periferia bohemia y medio descarriada que es Brooklyn. Promiscua,
grosera, exhibicionista, indiferente a cualquier ley social o moral, excedida
de peso y poco atractiva, Hannah también es escritora. O mejor dicho, es todo
lo anterior un poco por temperamento pero principalmente porque quiere ser escritora. Sus reiterados "desenfrenos" aspiran a acelerar esos
escasos 22 años iniciales y transformarlos, a través de la escritura, en shock para
una aburguesada y demasiado cómoda clase media que observa indiferente el
principio de su debacle. A costa del propio cuerpo, claro está. Porque "Girls" es también una re educación de la mirada
neoyorkina en tiempos de Obama (de hecho, Dunham apoyó la campaña del
expresidente). Una generación de veinteañeros que no encuentra espacio propio,
que pulula por las calles descascaradas de Greenpoint, el vecino del insurgente
Williamsburg, y que no aspira a Manhattan (aunque la tenga enfrente) sino a
otras formas, diríamos, después de aquella debacle. Hannah, Yessa, Marnie y
Shoshanna, secundadas por amigos, novios, padres y amantes de turno, constituyen
prototipos desesperados que, mientras rompen con lo heredado, se preguntan qué
hacer con un futuro que llega mucho más rápido de lo esperado, hasta casi tornarse presente. Este,
entretanto, les explota en los cuerpos, zamarreándolas de un lado a otro. Casi
como a cualquier joven: la única diferencia es que la explosión ocurre en ese
pretendido, privilegiado y tan publicitado centro del mundo del que, pesada
carga, hay que huir como quien huye de un edificio en demolición. Y tal vez retornar. En este
desplazamiento, del destino buscado al espacio transformado por aquella
búsqueda, se juega la vida de las chicas. Y probablemente, la de una ciudad que empieza a encender las luces de un ocaso inevitable.