Nine lives: Una buena en la Televisión
Enfermedades, incomunicación, infidelidad, abusos, muerte: de eso se trata la vida. Nine lives habla de nueve mujeres y sus historias, de lo que las debilita y a la vez las fortalece, de lo que las conecta y las desintegra. Armado en nueve episodios, titulados con el nombre de cada uno de los personajes fermeninos, bucea tanto en la desesperación frente a lo insoportable como en las estrategias de supervivencia. Maggie, el último, parece coronar de alguna forma esta búsqueda: si somos criaturas del tiempo, no necesariamente tenemos que someternos a los imperativos de una linealidad impuesta. Tenemos la posibilidad de administrarlo a nuestro antojo, de ubicarnos en perspectiva y decidir nosotros mismos el punto de fuga. Habitar aquél que nos salva, construir nuestro espacio propio, así sea en el cementerio. Eso es lo que hace Maggie para sobrellevar la atrocidad que le tocó en suerte, tal vez una de las cumbres del dolor humano (y que Glenn Close y Dakota Fanning se encargan de hacernos sentir en carne propia sobre el final). Lo vimos en Isat, el domingo a la noche.