martes, 22 de enero de 2019

TANDILENSES (1) / PIEDRAS QUE LATEN

Piedras que laten

Que Tandil es una belleza, resulta una obviedad. Que su estructura urbana central esté fundada en la estética, ya no tanto. Y esto va más allá, mucho más allá, que el cuidado puesto en el mobiliario público o en los edificios neoclásicos perfectamente conservados. Remates, perspectivas, espacios trabajados y una estudiada comunión con el entorno hablan de una voluntad formal infrecuente en estos privilegiados pueblos de la Provincia de Buenos Aires. La primera impresión (la expresión es literal, es la primera vez que vengo y tengo apenas 24 horas) es que el entramado de serranías que la rodea no solo la condiciona sino que, en algún punto, la desafía a un orden reticular y a una belleza "civilizatoria" que recuerdan también su propia historia. De fronteras, malones, revueltas, negociaciones y genocidios. Belleza trágica, entonces. La de hace dos siglos pero también, de la historia reciente.



























Fotos: Z.L. Enero 2019