viernes, 30 de diciembre de 2022

PELÉ

 

Foto: Mural Museo Afro Brasil 
Parque Ibirapuera (San Pablo, 2011)

domingo, 18 de diciembre de 2022

EL OFICIO DE PENSAR, LA IMPOSIBILIDAD DE LA ALEGRÍA

 El oficio de pensar, la imposibilidad de la alegría

Si tuviéramos otra profesión, cualquiera sea, tal vez la responsabilidad no fuera la misma. Si estuviéramos en la indigencia, ni hablar. El que está realmente desesperado, no tiene tiempo para estos menesteres. Es, al fin y al cabo, al único que se le permite una alegría con bases corruptas. Porque este mundial las tiene, por donde se lo mire. Messi quería ser Maradona, quería ser el mejor de toda la historia, quería su mundial, quería que por fin Argentina lo quisiera, quería caer bien a sus “dueños”, quería el negocio, volverse un producto en si mismo, y la fama. Salvo los dos primeros, consiguió todo lo demás. Pero centrarnos en su figura, sería sesgado. Aunque los medios lo entronizaron, es apenas una arandela de esta gigantesca maquinaria que, en todo, no deja de tener los principios, y las fugas, de cualquier negocio trasnacional. La plutocracia, quedó demostrado, reinó en Qatar. Y dio un paso más allá: mostró que un Mundial se puede comprar y que dicha compra no tiene por qué ser disimulada (por más escándalos que no dejan de destaparse). Si de todas formas los pueblos jamás se detendrán a pensar en ella. Ni si ganan ni si pierden. La pasión por el fútbol, fusionada peligrosamente con el  amor a la patria (que suele actuar de eficaz censor), no piensa. Argentina-país quedó entonces fundida a Argentina-selección. Y como no tuvo la delicadeza de las otras selecciones de retirarse a tiempo, el título mundial nos alcanza a todos los argentinos con la impronta de lo corrupto legitimado. Esta utilización de la pasión es la misma que emplean los populismos cuando quieren imponer algo que no cierra ni con la lógica ni con las leyes. Así, podríamos afirmar que si todo político corrupto hoy se percibe como un perseguido (y no como un delincuente que saqueó al Estado), que no necesita, por ese mismo motivo, dar explicaciones de su accionar, todo pueblo al que se le “obsequió” una alegría, tiene el pleno derecho de ejercerla sin obligación de indagar sus orígenes. Ni dar explicaciones de ella. El que la exija, seguramente pertenecerá a una “mesa deportiva” y amargada que solo quiere destruir la fiesta.

El problema del Mundial Qatar es su existencia. Su posibilidad. Pero principalmente, los millones de seres que ahora festejan (y que no están desesperados) dicha corrupción al ritmo del tanguero y medio lastimero hit “Muchachos”. Qatar constituye el triunfo de un capitalismo de lo más sanguinario: con algunos millones de dólares, se puede comprar la emoción de un pueblo entero, con el ticket a la vista ¿Qué vendrá después?

Redacción Revista Contratiempo


sábado, 17 de diciembre de 2022

PRIMER MUNDO, POBREZA Y FÚTBOL

 Primer Mundo, pobreza, fútbol y sospechas

Por mera curiosidad, y con la bulliciosa e interminable concentración de hinchas frente a mi edificio, me puse a “hojear” digitalmente los diarios franceses, convencida de que ellos estaban en la misma. O sea, en esta euforia mundialista. Pero nada. Las portadas apenas si le dedican un recuadro. Si comparamos nuestros “grandes diarios”, les ganamos por goleada. Pero, ¿qué clase de triunfo sería ese? No necesitamos respuestas sino preguntas. Si un país está con el 50% de la población en la pobreza, no hay día que perder. Y si los gobernantes no mueven un dedo, la sociedad es la que tiene que exigir, hacerse oír. La mala conciencia de los que defienden esta contienda con el trillado argumento que al pueblo no se le puede negar felicidad alguna, se traduce en la furia que les despiertan los que piensan (pensamos) distinto. En el fondo, es difícil sostener que se desea la justicia social y al mismo tiempo, alentar un gigantesco negociado que, como tantos otros, es en el fondo responsable de aquella pobreza. La sede elegida (Qatar no es un país democrático); la figura de Messi, erigido por las corporaciones comunicacionales en ídolo de todos los tiempos y redituable producto mundial (Messi no es ni será el mejor jugador del mundo: recomiendo el video de YouTube “Pelé es de otro planeta” para certificar esto); las ganancias y costos siderales para un país en quiebra que prioriza el fútbol a las desesperantes urgencias de la mitad de su población; el camino evidentemente allanado para que Argentina llegue a la final (y seguramente la gane), son hechos que molestan como piedras en el zapato, a las que se ignora para no perderse el baile. No es que los grandes medios “educan” a la sociedad en el pasatismo y la amnesia; lo hacen, pero solo si tienen un público ávido por consumirlos. Habría que preguntarse entonces ¿por qué? Y habría que hacerlo con premura. Porque como decía Nietzsche, hoy más que nunca, “el desierto avanza”. El desierto del pensamiento crítico, ese que se levanta con un rotundo “no” cuando tratan de sofocarlo.

(Foto: Internet)

sábado, 10 de diciembre de 2022

LAS BATALLAS DEL LENGUAJE / LA SEDUCTORA PESADILLA DEL CAPITALISMO (FRAGMENTO)

 Las batallas del lenguaje

"... Los conceptos ya no dicen nada en sí mismos sino por el lugar que ocupan dentro de aquel armado. Que será variable no solo porque son variables los emisores sino por la dinámica del propio sistema. El lenguaje es cooptado interesadamente y puede, con extrema facilidad, actuar en la práctica en forma opuesta a su enunciado. El poder apela aquí a la memoria y a la costumbre, al acto reflejo de las convenciones aceptadas en el pasado. Las palabras ya no solo se independizan de las cosas sino que rompen con aquellas convenciones a fuerza de mostrar el artilugio y legitimarlo. En esta contradicción visible se pretende asentar un nuevo orden lingüístico que no aspira a la comunicación que se atiene a las convenciones sino a devenires. La fluidez es la consigna: así como la sexualidad no binaria ya no define un género específico, el concepto "izquierda", por ejemplo, ya no remite necesariamente a los principios tradicionales de la ideología sino a su territorialización en determinado contexto, que también puede fluir y variar de acuerdo a las necesidades de quién la enuncia. La lengua ya no solo no comunica lo que es, como en la época clásica, sino que solo puede comunicar intereses, que siempre serán extralingüísticos.

La cooptación de los viejos conceptos para transformarlos en otra cosa, con el apoyo involuntario de aquella memoria colectiva, es la estrategia más reciente de la sintaxis capitalista. Se usufructúa la definición teórica y se termina sirviendo a lo que supuestamente enfrenta. Se adoptan los discursos y los lenguajes de lo otro para pervertirlos en la práctica de lo mismo. Izquierda, derecha, socialismo, anarquismo, fascismo, patriarcado, feminismo, democracia, etc. ya no remiten a correspondencia alguna con la historia. Esto es posible porque, como dijimos anteriormente, se habla a un auditorio desfondado. O que ya no posee las armas para desmantelar estas operaciones. Impuestos la multiplicidad de voces, los flujos comunicacionales, el empobrecimiento y degradación de la palabra y la cultura, y la posibilidad del montaje, el terreno está fertilizado. El concepto histórico sirve entonces de mojón para que ese desfonde sea un poco menos desolador y sobre todo, incuestionable. Bastan unas pocas consignas rescatadas del arcón para que se ubiquen detrás de ellas miles de seguidores, desesperados, apáticos o analfabetos ilustrados que ya no consiguen comprender el sentido de un texto. La educación para la no-libertad cumplió aquí su cometido..."

("Las batallas del lenguaje" en "Capitalismo y Sintaxis", Capítulo 1, en el libro "La seductora pesadilla del capitalismo" / Contratiempo Ediciones, 2022)