martes, 27 de abril de 2021

PROHIBICIÓN Y REBELIÓN

 Prohibición y rebelión

"...la libertad, incluso después de destacadas sus posibles relaciones con el Bien, se halla como Blake le dice a Milton, 'del lado del demonio sin saberlo'. El lado del Bien es el de la sumisión, el de la obediencia. La libertad es siempre una apertura a la rebelión y el Bien se vincula con el carácter cerrado de la regla" (G. Bataille)


Vuelvo a leer este epígrafe que encabeza “Vida de monstruos”, mi libro sobre Roberto Arlt. Pienso en sus personajes, en Erdosain, en él mismo, en Bataille mismo: algo siempre hay que violar para conseguir una libertad que, definitivamente, no está del lado del Bien. Para el mecanismo que constituye el sistema capitalista (y en extensión, cualquier sociedad y Estado), con sus reglas y leyes, no es la obediencia lo que "realmente" importa sino la prohibición. Ese acto que nos vuelve, de una forma u otra, infractores, puesto que todo ser humano, en algún momento, sueña con la libertad perdida. Posible mirada sobre los interminables decretos y restricciones, aquí y en el resto del mundo, en relación a esta vuelta de tuerca del capitalismo llamada “pandemia”: no se espera la obediencia a algo que resulta imposible de cumplir (cerrarse a las posibilidades vitales), sino los efectos del verbo, el acrecentamiento tanto del concepto de infracción como los de regla y punición.