sábado, 1 de julio de 2017

ESCRITURA Y VIDA

Después de haber publicado 4 libros (uno de ellos, reedición corregida) en los dos últimos años, 2017 se presenta sabático. No en escritura sino en edición propia. Se está gestando uno, que ya tiene, por fin, título y el índice-guía, esas palabras que ordenan lo ya escrito, lo configuran (sensaciones de autora: nada se sabe del lector en esta instancia). Pero hay un largo camino por delante.
Lo raro es que mis cuatro primeros títulos están casi agotados. Raro, porque jamás entré en vecindad con los grandes jueces de la palabra escrita, y sus aliados mediáticos, terratenientes que alambran los campos de lo pensable y leíble, dictaminando dónde está lo civilizatorio y dónde la barbarie. Esa que quedó afuera de las fronteras y puja no por entrar sino por demoler, precisamente, aquellas domesticaciones naturalizadas y ejercidas sobre masas cada vez menos pensantes. 
(¿Será entonces que el llanto del hermoso replicante de Blade Runner encuentra en ese agotamiento editorial alguna huella de esperanza? Ojalá).

Zenda Liendivit / Julio 2017