domingo, 31 de enero de 2016

CABO POLONIO: UTOPÍA Y COMUNIÓN

Cabo Polonio: Utopía y comunión


El camión todo-terreno se enfurece entre las dunas. El sol pega de lleno; a lo lejos se insinúan las primeras construcciones coloridas que apenas interrumpen el cielo y el mar. Estamos llegando a Cabo Polonio, esa rara playa de la costa atlántica uruguaya en donde no hay luz eléctrica, alumbrado público ni autos. Solo la naturaleza y las estrategias de sus pobladores, y de los miles de turistas que la visitan en verano, para vivir y convivir con sus propias reglas. Lienzos y hamacas que ondulan el viento, construcciones de materiales imprevistos, paneles y lámparas de energía solar, espacios comunes y solidarios, y la vida que se exhibe como forma estética. Una política de la existencia que destierra el concepto de comodidad burguesa, sostenida en la acumulación, o incluso, de la historia misma: el tiempo productivo y rentable aquí deviene uno de los tantos inventos de ese capitalismo al que responde a fuerza de una experiencia de lo originario. De una sensualidad interruptora que se abre a cuerpos, naturaleza y arte que aspiran a la comunión. Aunque solo dure un verano.









Fotos: Zenda Liendivito / Enero 2016