Construcciones
Hay libros que funcionan como superficies de ensayo: el pensamiento capturado en un instante que se aquieta en el papel. Una indocilidad que encuentra su límite ("El centro y los vértices" se lee de esta manera). O que traza su propia geografía: no solo plantean coordenadas y condiciones topográficas sino que vecindades, peligros, alianzas y enemigos. Una geografía política que conforma, y modifica, a la vez el marco de lectura tanto de lo anterior como de lo que vendrá (Personal y colectivo: nadie nunca habla solo por sí mismo).
Crítica y poder
Tarea de todo intelectual crítico: denunciar los núcleos de poder, hablar de ellos, desmantelar al poder desde el mismo lenguaje. O develar las formas del lenguaje en donde éste se enseñorea, o donde más eficazmente se metamorfosea en lo que oculta. Una tarea de desenmascaramiento.
Espacio, lenguaje y poder
La escritura como proceso de reapropiación del discurso confiscado. No solo develar el mecanismo fáctico de expropiación y vaciamiento sino también, el sitio de enunciación. Importa menos el quién que el desde dónde. El espacio como estrategia de desenmascaramiento: un pensamiento crítico está siempre excomulgado, jamás apañado por centro alguno. El crítico oficial es una contradicción ambulante. Una parodia o un acto de cinismo. Una seudoruptura negociada previamente.