miércoles, 1 de julio de 2015

LA IMPOSIBILIDAD DE LA HISTORIA

ARGENTINA 6 - PARAGUAY 1
La imposibilidad de la historia



Siempre genera sospecha cuando un equipo que posee cierta tradición futbolística cae derrotado por una gran diferencia de goles: no es lo mismo golear a Paraguay o a Brasil que a Arabia Saudita. Para el seguidor, el resultado no es todo. Quiere heroísmo, quiere hazaña, quiere, por transferencia, sentirse un triunfador. Pero cuando se gana con esa facilidad, la cuestión se torna, por lo menos, un poco más confusa. Basta con observar el festejo de los primeros goles, de cualquier goleada, y compararlos con los últimos: algo empieza a no cerrar, una rara mezcla de insatisfacción apenas disimulada nubla el festejo incluso de los más fanáticos: ¿Quién, en realidad, es el que está enfrente? Bien, la desilusión y la insatisfacción provienen de descubrir que, en esas goleadas extrañas, enfrente no hay nadie. O mejo dicho: hubo alguien pero se retiró y dejó el camino libre. Los motivos de este retiro pueden ser tan diversos como compleja es el alma humana. Sin embargo, en negocios tan corruptos como el futbol, esa ausencia podría ser la secreta venganza del que sabe que tiene que morir pero no desea concederle a su vencedor la gloria de una hazaña: se sustrae como enemigo y entrega apenas los puntos. Recordar la goleada de Alemania a Brasil por 7 a 1 y compararla con la pobrísima inauguración de un Mundial que desde el vamos ya se sabía olvidable. Recordemos también: para hacer historia siempre serán necesarios por los menos dos contendientes cuya valía determinará el énfasis de la victoria conquistada.