martes, 26 de abril de 2011

martes, 12 de abril de 2011

NIÑOS MUERTOS

 La infancia no es el futuro promisorio, no es una inversión puesta a plazos para lograr dividendos. Es un tiempo y un espacio de percepción y creación diferentes del mundo adulto, cuyo elemento interruptor desbarata todo lo que le precede y propone aperturas y nuevas formas de existencia y de experiencia. Por eso en el niño no es tan interesante el porvenir que relampaguea sino las posibilidades de transformación de ese presente que ya se volvió obsoleto. O sólo una cronología sin posibilidades de emancipación alguna. La muerte infantil es una catástrofe frente a la que, por lo general, la humanidad se queda literalmente sin palabras. La muerte de un niño no constituye parte de la vida, como lo es la muerte adulta, sino su absoluto fracaso. El tiempo mítico de la infancia queda interrumpido y arrastra tras sí todos los otros tiempos que ella genera. Un cataclismo cósmico que por la aridez que siembra a su paso, obliga a analizar las condiciones de sobrevida.  Doce féretros blancos en Río de Janeiro es algo más que el melodrama taquillero emitido hasta el cansancio por los medios de comunicación. Es tanto la pena devastadora de los sobrevivientes como el sentimiento de culpa frente a la muerte de cualquier niño. Culpa que atraviesa todos los estamentos y que se adueña de aquéllos que comprenden esencialmente qué representan esos brotes arrancados de golpe, esa obturación del presente y esa incertidumbre que involucra a la propia especie. Ese empobrecimiento vivencial que aqueja a un tiempo con niños muertos. El mundo entra en un momentáneo suspenso, se desgarra en sus fundaciones y emite un alarido que se escucha, y se teme, mortal. Cuando la muerte infantil se disfraza de estadísticas, censos, léxicos disciplinares, cuando se la silencia como costo necesario de opulencias ajenas, y nadie reclama por ella, generando genocidios legitimados, la humanidad se está matando, en realidad, dos veces. Y lo que aún es peor, ni siquiera se da cuenta.
(PORTADA DE PETER PAN)

viernes, 1 de abril de 2011

CENTRO DE ARTE Y PENSAMIENTO


Estamos construyendo el nuevo CENTRO DE ARTE Y PENSAMIENTO de la Revista. Esperamos que empiece a funcionar a principios de mayo.
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(FOTO: Atelier de un artista / Tacheles - Berlín)