lunes, 28 de octubre de 2019

ELECCIONES 2019 / CABA: LOS MONOS ESTÁN EN LA SELVA

Los monos están en la selva

Analizando el cuadro de resultados por comuna en las últimas elecciones capitalinas, solo en una, y tal vez la más empobrecida de la ciudad (Villa Soldati, Riachuelo y Lugano) perdió "Juntos Por el Cambio".  CABA, el distrito más rico de la Argentina, sigue los pasos de las grandes metrópolis mundiales que no negocian su pertenencia a un contexto global en la que se juegan como mandatarias de las más altas posibilidades materiales y espirituales (en cuanto a cultura, conocimiento y formas de relación) del resto del país. Este es el proyecto que viene sosteniendo el Pro desde hace más de una década: insertar en ese diálogo a la ciudad, más allá de su entorno inmediato, el Conurbano bonaerense. Una isla privilegiada en la que, claro está, hay y habrá que pagar el derecho a ella. Seguir esta línea de análisis es mucho más productivo, para el intelecto y para la praxis, que resolver el tema con el chato argumento del gorilaje. Los monos están en la selva; en estas ciudades-luminarias, el poder de una identidad mundial.
Otro tanto ocurrió en la ciudad de la culta Córdoba, donde la fórmula amarilla se impuso por más de 40 puntos.

viernes, 4 de octubre de 2019

SIN EDITAR / EL AMOR, LA ESCRITURA, EL VIAJE

El amor, la escritura, el viaje
Cuando un día descubrí, hace un par de años atrás, que había tomado cinco aviones (algunos de más de 10 hs. de duración) en una semana, supe que debía parar. Aeropuertos, registración, valijas, notebooks, cámaras de fotos, adaptadores, documentos, visa, (o no), etc. Debía parar. Eran viajes de placentero trabajo. Pero empezaban a pesar: llegar a destino, armar el espacio de trabajo en el hotel que me había tocado en suerte, quedarme hasta las 2 o 3 de la mañana escribiendo, despertarme a las 6, y seguir. Fotos, crónicas, archivos, bibliotecas, museos, incursiones por sectores negados…. Debía parar. Aquietarme. Ya no "experimentaba" sino que consumía, registraba y escribía. El amor había muerto. Esa pasión de los primeros años, ¡qué bien la recuerdo!, había perdido frente a la costumbre y la repetición. Frenta a la profesión. Al gesto mecánico, el fastidio. Y el irrefrenable deseo de no hacer nada. Varias veces me quedé en Nueva York durante 15 días. Deambulaba por sus calles, me extraviaba, hablaba con mi precario inglés con sus habitantes, amabilísimos a pesar de la mala fama. Días de gloria. No hacer nada y extraviarme. 
Rafael Argullol dice que no se puede ir a 8 ciudades y 20 museos en un viaje: que hay que elegir una ciudad y si es posible, solo un museo. Claro, él está en Europa, donde la gente arma una valija el viernes, aborda el tren que le hará cruzar fronteras, pasea por varias ciudades de varios países, y vuelve el lunes al trabajo. Lujo vedado aquí,en la inmensa y lejana Sudamérica. 
Sueño Europa hoy más que nunca, con esa reserva de pensamiento, de atmósferas inesperadas, de distancias cortas y de extensas ideas. Sueño con esa Europa cada vez más caótica y peligrosa. Y sin embargo, inextinguible parte de mí misma. Una forma de emboscadura tras los orígenes.