Arquitectura de hoy:
Europa
Zenda Liendivit
Directora de Revista Contratiempo
sábado, 16 de marzo de 2024
domingo, 4 de febrero de 2024
MILEI Y LA LIBERTAD QUE "AVANZA" CON REPRESIÓN
LA LIBERTAD "AVANZA"
Criminalización de la protesta, pueblo baleado, Clarín ensobrado y más
No, no nos olvidamos de nuestros
queridos lectores. Es que tuvimos días muy intensos. Ya saben: manifestantes,
agrupaciones barriales, colegas periodistas y fotógrafos, baleados, gaseados,
apaleados durante tres días por la represión brutal de la fascista Bullrich. A
la que pedimos su renuncia y no descartamos presentación en la justicia. Hubo
compañeros con heridas de bala en el cuerpo, gas pimienta en los ojos, cámaras
rotas. La facha se ensañó con la prensa. Es obvio: el mundo entero se enteraba
de que la única forma de que la libertad “avance” es con represión. El poder de
las imágenes es imbatible.
Pero hay más, cuando la impresentable
Bullrich se dio cuenta de que “se le fue la mano” (como a los genocidas), armó
el escenario típico: “provocadores”, “terroristas”, “infiltrados”, etc. Y
simuló un enojo, también típico de todo culpable: llenó los titulares de los
medios adictos con el eslogan del “que las hace, las paga”, por lo que los
“provocadores” tendrán que pagar los daños. Así, desvió la atención de que
gaseó a jubilados y militantes y se puso en víctima. Conoce muy bien el tema,
fue montonera. Y ahora, con una implacable alma de milica (como bien lo
expresara Myriam Bregman), se dedica a apalear al pueblo. Está vieja o tiene
Alzeheimer: no estamos en una dictadura. La secundaron también Jorge Macri,
otro castigo para los porteños, y todos los funcionarios nacionales.
Por otro lado, la media sanción
lograda por medio de la traición de los cobardes de siempre. Sí, nos referimos
a la UCR, que ni se mosqueó cuando el miércoles llevaron detenidas a tres de
sus manifestantes. Nada: alma de felpudos siempre. El otro felpudo es el
represor máximo, Milei. Que al parecer se excita cuando Musk se digna enviarle
un like o algún poderoso del exterior lo cita. Cuánto odia la Argertina! Le
recomendamos psicoanalistas de Viena, ya que menciona tanto la Escuela
Austríaca; todavía no nos contestó, no sabemos por qué, pero sospechamos que no
lo hara. Y ya nada de “presi”: decidimos desconocerlo, el que ordena la represión
al pueblo, que ejerce un derecho democrático, ya no nos representa.
Y hablando de Bregman y de la
izquierda: un aplauso al grupo. Brillante el diputado Castillo que lanzó al
rostro del recinto eso de que eran “hijos de la dictadura”, cuando se negaron a
frenar la sesión por la represión. Y Bregman, Del Caño y compañía pusieron el
cuerpo, abandonaron el recinto y se colocaron frente a sus militantes. Nos
faltan más de estos políticos, sin dudas.
Hay más: el tiranuelo se fue a Mar
del Plata a festejar con Gatúbela. Cómo le gusta el show y cómo disfruta de
todo esto el fantoche! Quiere ser un neo Menem, pero más repugnante. Disfrutó
la represión; disfrutó extorsionar a legisladores; creyó que obtuvo la victoria
del siglo cuando todavía falta un largo camino. Y en la Ciudad Feliz lo
recibieron con eso de “a vos te queda poco, peluca botón”. Los medios adictos,
sin embargo, mostraron gran amor al tirano en el recibimiento. La cuestión es
que el grupo Clarín, siempre amigo de genocidas y dictaduras, es uno de los
beneficiados de la Ómnibus. O sea, cuando lean o vean TN, piensen en los hilos
que manejan a los locutores y periodistas. Que, como no podía ser de otra
manera, no defendieron en ningún momento a los colegas apaleados. Se sabe: no
hay peor enemigo para Clarín que un periodismo independiente (lo venimos
sufriendo al Grupo desde hace más de dos décadas). Y por si todo fuera poco, el
facho se va a turistear a Europa, con la plata del pueblo, esa que no hay. A
hacer qué, no sabemos: su impresentable vocero Adorni (no hay uno que se salve,
parece un muestrario del asco) todavía no habló del tema.
La lucha democrática continúa.
Seguiremos yendo a las manifestaciones. Esos sí: si alguien llega a tocar a uno
de los nuestros, va a lamentar haber nacido. Y la cabeza de la milica Bullrich
caerá democráticamente. El que reprime, las paga. Y Milei es definitivamente la
dictadura en ciernes.
Mención aparte: qué terror sintieron
Espert y Marra cuando los increparon a la salida del Congreso. Ambos, rodeados
de patovicas, son la muestra de lo que les espera a estos fascistas: donde
vayan, el pueblo los irá a buscar. Es la historia.
al Congreso durante el tratamiento de la Ley Ómnibus
lunes, 4 de diciembre de 2023
CINE / HOJAS DE OTOÑO
Hojas de otoño
Se suceden
las publicidades, el pochoclo, la charla distendida y serpenteante en la sala
oscura. De pronto, un avance del próximo estreno, “elijo creer”, o alguna
cursilería semejante. Desfilan las escenas del mundial, las multitudes
festejantes, las jugadas, los rostros, las palabras del “mesías”, la copa
brillosa. El público enmudece, termina el avance y nada (había apostado conmigo
misma que la sala se caería de aplausos, pero nada). Siguen las publicidades;
de repente, otro avance, otro próximo estreno de la “epopeya”, creo que algo
así como el inefable “muchachoooosss”. Y vuelven los rostros de los “héroes” de
aquel absurdo, y muy extraño, mega evento, insertado en un
mundo indigente, las banderas, agitadas por una multitud autómata, que adoctrinan por exceso el concepto de
patriotismo. Sin embargo, la misma reacción: el público, nada. Nada que lo
devuelva a aquellos días, ninguna emoción. Empieza “Hojas de otoño”.
Hermosa. Melancólica, bien Aki Kaurismaki. Seres anestesiados pero no resignados, deshechos sociales. O mejor dicho, ya ni
siquiera eso: no existen. Precariedad laboral, soledad
aterradora e individualista en la Helsinki pobre (la fastuosa no asoma ni de
refilón), el humor como resistencia. Y un hombre y una mujer que se encuentran. Y el milagro, ¡ay!, del amor. Algunas
ironías finas, varios guiños a otros tiempos fílmicos, a otras atmósferas vitales.
Concluye. La sala estalla en aplausos. Salgo del cine al frío de la noche de
domingo: se terminaron los espejos de colores.
viernes, 17 de noviembre de 2023
LO EFÍMERO / LO ETERNO
Lo efímero y lo eterno
Uno de los viajes que
se me quedó más grabado en la memoria y en el cuerpo, fue el que realicé a
Córdoba a mediados del año pasado. Ya perdí la cuenta de cuántas veces estuve
en la ciudad. Lo que me resulta más curioso es que me recordó a otro, allá por
2006, donde sentí lo mismo: algo así como estar en casa. Cosa que no ocurría
cada vez que viajaba, con sensaciones a veces totalmente contrarias. No sé bien
por qué o cómo ocurren esas iluminaciones. Tampoco, por qué grandes y
publicitadas ciudades mundiales a veces no dejan “eso” y en cambio, otras,
menos pretenciosas se nos graban en el cuerpo. Porque de eso se trata, el
recuerdo radica ahí, ese vértigo que retorna cuando pensamos en ella, aunque
hubieran pasado décadas. Sería algo parecido al amor, tan misterioso como inexpugnable
a la razón: nadie se atrevería a explicar a ciencia cierta por qué relaciones
largas y consolidadas caen en el olvido con extrema facilidad y otros instantes se nos
quedan en el cuerpo durante el resto de la vida. Inexplicable el amor,
inexplicables las formas de la experiencia.
revistacontratiempo-zenda.blogspot.com/2022/06/cronicas-mediterraneas-2-los-estilos-de.html
domingo, 12 de noviembre de 2023
ÚLTIMAS OBRAS / MEMORIAS DE LA BAUHAUS
Mis últimas obras
Serie “Memorias de la Bauhaus”
Arte digital, impresión sobre
lienzo, firma original
martes, 7 de noviembre de 2023
LECTURAS FILOSÓFICAS (3) "CUERPOS MARCADOS" / ZENDA LIENDIVIT
Lecturas filosóficas - 3° Entrega
Cuerpos marcados
La seductora pesadilla del capitalismo
Capítulo II
Contratiempo Ediciones
domingo, 15 de octubre de 2023
TRAICIONADA / AL BORDE DE LOS ACANTILADOS
Traicionada: al borde de los acantilados
Ya el primer capítulo de la excelente telenovela turca ofrece una escena de antología: concentra, en apenas unos minutos, todo lo que vendrá después. Detonador, causa y consecuencia, no solo muestra hasta dónde puede llegar la furia de una mujer engañada, sino cómo esa potencia se independiza incluso de aquella y traza sus propios y cada vez más violentos itinerarios. De a poco, estos van dejando en claro que la cosa no empezó con una infidelidad sino que viene de mucho más atrás. Una herencia maldita donde el pasado se ilumina, como un sol negro, sobre las cabezas de desesperados mortales que intentan salvarse de la lava ancestral que los condenó hace rato. Asya, Volcan y Derin, pero también sus padres, sus hijos, sus amistades, en un juego de correspondencias, dobles y ficciones "contadas al otro" para lograr efectos, bien a la manera de Borges, que no harán más que alimentar la catástrofe inminente. No es casual tampoco el diálogo constante de esa ciudad relativamente pequeña y chismosa con la naturaleza, y el fracaso reiterado del ser urbano frente a la fuerza primigenia que se espeja en la violencia de acantilados y mares furiosos. Que más que escenarios, constituyen tal vez el motor que empuja al drama hacia los bordes de la tragedia.
Traicionada no
reniega del género, todo lo contrario, lo enfatiza. Y lo lleva a su máxima
expresión para desde allí, bien desde lo alto, lanzarnos, como lo hizo con las
sucesivas generaciones de padres e hijos, al abismo de las pasiones. Objetivo último
de cualquier obra de arte.
viernes, 29 de septiembre de 2023
ÚLTIMAS OBRAS
jueves, 24 de agosto de 2023
CAPITALISMO Y SINTAXIS / ZENDA LIENDIVIT
mi último libro
viernes, 4 de agosto de 2023
MIS ÚLTIMAS OBRAS
miércoles, 19 de julio de 2023
LECTURAS FILOSÓFICAS / 2° ENTREGA
Capítulo I / Capitalismo y Sintaxis
2° entrega Agosto 23
La primera entrega la pueden ver en:
jueves, 6 de julio de 2023
sábado, 3 de junio de 2023
ÚLTIMAS ASUNCENAS
Últimas asuncenas
1. No sé en qué momento me volví porteña. Porteña, no argentina. No es lo mismo. Aquí coincido con los rabiosos
lanzallamas de Arlt, o con los protagonistas de Berlín Alexanderplatz: la
ciudad atraviesa, identifica, define de algún modo; el país ya es algo más relativo, demasiado amplio, a veces, ambiguo. De allí el gran poder de
toda metrópolis.
2.
Pero porteña sin dejar de ser asuncena.
¿Será posible?
Estoy haciendo fotos frente al Palacio de Gobierno. Pregunto al oficial hasta dónde puedo
entrar. Me dice que solo desde la vereda. Ok. Será desde la vereda. Se acerca
entonces una pareja. Pregunta si pueden acceder al Palacio. La guardia le dice
que no. Y allí sale el porteño al que no queremos encontrar en ningún viaje: “Ah, pero nosotros allá podemos entrar a
la Casa Rosada y recorrerla sin restricciones, bla bla bla”. El guardia los mira con cierta
ironía: “Argentinos, ¿no?”, pregunta.
3.
“Y Ud. ¿por qué viaja sola?”, me increpa
un hombre en la calle, justo frente a la Catedral de Asunción, después de
indagar sobre mis actividades fotográficas. Hombre humilde, anciano. Otra época.
Pero no el único: viajar sola todavía, y no solo en Paraguay, es motivo de
ciertas sospechas. “¡¿Tenés un hijo de 30 años?!”, pregunta sorprendido un
conserje del hotel donde me hospedo. “Pero entonces ya tendrías que ser abuela.
¿Acaso no querés ser abuela?”, lanza
casi como un reproche frente al mandato incumplido. Y el acoso y la perorata sigue. Eso sí, antes me había enviado su
whatsapp privado por si quería compañía.
4.
La cosa cambia cuando el nivel cultural
asciende. Brecha gigantesca. En las reuniones y encuentros que tuve con
gente de instituciones, el machismo es cosa del pasado. La educación, cierto tipo
de educación para la no violencia, garantizada para todos desde la infancia, es
la única vía posible para la erradicación de este flagelo. Y no los berrinches
ni las imposiciones.
5. Última tarde. Barrio Ricardo Brugada, la “Chacarita”. La gran deuda interna de Asunción.
lunes, 29 de mayo de 2023
REFUNDAR EL CENTRO DE ASUNCIÓN
Refundar el centro de
Asunción
El centro está muerto. Me
lo dijeron ni bien puse un pié en la capital del Paraguay después de diez años
de ausencia: tradicionales negocios cerrados, poquísimo tránsito peatonal, edificios
derruidos, como si hubieran sobrevivido a un incendio, y traslado de las
principales funciones públicas y privadas hacia otras zonas. Imagen desoladora
de un espacio fundacional tan significativo para la memoria de un pueblo. Porque
la identidad de una ciudad radica en el pasado, que pervive en construcciones,
costumbres e íconos. Toda capital es productora de símbolos y a la vez,
constituye el resguardo de los bienes intangibles de una nación (de allí la
estupidez pragmática de aquellos que acusan a Buenos Aires de “no producir
nada”). Desde ese sitio, dialoga con el resto de las grandes ciudades y a la
vez, se nutre de ellas. La preservación de la historia es esencial, aunque para
ello se deba enfrentar a los espurios intereses inmobiliarios, que suelen ser
poderosos urbanistas. Al parecer, la generación de núcleos privilegiados de
consumo es el mandato de la época. Pero el shopping y la gastronomía internacional no constituyen marcas identitarias. Paraguay no puede dar la
espalda a su riquísima y, por qué no, trágica historia. Con el nacionalismo no
alcanza; borrar o destruir las huellas es el camino más seguro para el olvido y
la ignorancia. La potencia del pasado que se ilumina, a manera de Benjamin, con
los sedimentos de los sucesivos presentes, queda neutralizada por la tentación
de un dudoso y siempre desigual progreso.
Recorro las calles del
centro de Asunción durante horas, las de mi infancia, esas que muy rara
vez pisaba, cosa que acrecentaba el misterio. He vuelto muchas veces desde
entonces, nunca lo vi tan degradado como ahora. Busco los cafés que fueron
hitos, como El Bolsi, alguno pervive, otros, como El Lido, se tuvieron que mudar por los elevados costos de
alquiler. La dueña del hotel donde me hospedo, la que fuera casona de un hijo del
Mariscal López, me cuenta que recibía docentes e investigadores de todas partes
del mundo; desde la moda zoom, también perdió a ese público. Del centro me
traslado al opulento barrio de Villa Morra, donde viví y estudié, atravesado
por la mítica Av. Mariscal López. Ahora, los tradicionales palacios de la oligarquía criolla están en
venta; o transformados en servicios y otros fines. Estamos muy mal, me dice una
librera (en coro con todos los que hablé durante este viaje); son pocos los que
llegan a fin de mes. Cruzamos a Clorinda para comprar productos de primera
necesidad, que nos sale la mitad. Permiten el contrabando al menudeo, y no
tanto, porque de lo contrario el sistema no se sostendría. A Clorinda va la
clase media, pero también ves autos de alta gama, remata.
Camino por las siete colinas donde está fundada la ciudad, esas subidas y bajadas que tanto nos divertían en la infancia empiezan a pesar ahora, con el sol y la humedad. Leo, sin embargo, en esta topografía inalterable una forma de resistencia: Asunción sube y baja, casi una metáfora del país.
miércoles, 17 de mayo de 2023
domingo, 16 de abril de 2023
viernes, 31 de marzo de 2023
¿QUIÉN PROTEGE A LOS NIÑOS?
¿Quién protege a los niños?
Entre adultos, de común acuerdo, todo; con los niños, nada. Niños y también adolescentes, que todavía guardan retazos de infancia y que se debaten entre ambos mundos. La industria del espectáculo tiene un largo prontuario para estas tropelías pedófilas. Es la versión legalizada socialmente de la trata y/o el abuso de infantes. El pedófilo, así como el psicópata, no tiene remedio alguno sencillamente porque no es una enfermedad: es una forma de ser, de la que no solo suele estar orgulloso sino que incluso siente cierto placer por ubicare encima de los valores “tradicionales” de la sociedad, de la moral y de la ley. La familia suele ser espacio propicio: intocable, hasta hace poco, el tema era considerado un asunto privado y el hijo pequeño, un objeto de los padres. El niño no tiene alternativa alguna frente a familiares violadores. Ninguna. Ni recursos materiales, ni emocionales, ni siquiera lingüísticos. Cuando los padres alientan a los niños o adolescentes a participar de programas o espectáculos de dudosa reputación, lo que están esperando es salvarse a través de ellos. De lo contrario, estarían ahí como vigías eternos. El caso resonante de Fardín es elocuente. Niños que viajan al exterior con adultos, que a la vez son sus jefes o productores. Que un chico tenga 14 o 16 es lo mismo, es decir, zona prohibida para adultos. La niñez prostibularia, además, es un gran negocio, como tantos otros donde la corrupción está en las mismas estructuras. Por lo que la delación, la denuncia, el prestarle la voz a ese niño que aún no la tiene, serían herramientas eficaces y comunitarias. Una sociedad en estado de alerta (todavía me arrepiento de no haber denunciado a algunos, o por lo menos, no haber lanzado alguna advertencia), confrontativa, o incluso, la denuncia anónima. Tantos movimientos e ideologías de género, orquestados por poderes en las sombras, para “proteger” a quienes no necesitan de protección alguna y tanto olvido hacia los verdaderos vulnerables. Pobres y niños siguen siendo invisibles mientras las sexualidades diversas berrean su diferencia como si estuviéramos en la década del 50 del siglo pasado. Entelequia conveniente para a través de la victimización ganar poder y víctimas reales en el completo olvido.