jueves, 15 de octubre de 2009

LA GUARANIA

Tragedia y tiempo perdido
La guarania surge también de esa comunión cósmica entre hombre y naturaleza. Pero a diferencia de la zamba, el desgarro de aquélla tiene estatus ontológico. Es la situación del hombre en el mundo que si bien no se halla expulsado, como en el tango, sí acusa un quiebre, una pérdida que es anterior a él. La guarania es lenta, melancólica, trágica: lo mismo que configura, también desgarra.India fue una de las primeras y casi se diría que funda el género. La india de Manuel Ortiz Guerrero y José Asunción Flores es un ser que habita un espacio entre los hombres y los dioses, pero también entre la cultura y la naturaleza. Espacio que, como tal, está condenado a la destrucción. Como salvaje y como diosa, que lleva en su cuerpo el testimonio de sus orígenes, lo único que en realidad le resta es amar y llorar como humana. La certeza de esta imposibilidad, o la destrucción de este “edén guaraní” –que el poeta blanco contempla extasiado a través de esa mujer sobrehumana- es la verdadera tragedia del Paraguay, tragedia que se irá reactualizando cíclicamente a lo largo de su historia y que remitirá siempre a la original. De allí también la melancolía.