miércoles, 21 de octubre de 2009

MEDIOS

La anarquía posmoderna
(o por qué no nos interesa demasiado el debate sobre la Ley de Medios)



El problema surgió con internet. La red con su multiplicidad de voces y miradas vino a quebrar las pretensiones hegemónicas de cualquier poder. La red es impune, caprichosa, oscila entre la charlatanería y la palabra plena; descree de los permisos, dogmas y normas de validación: de allí su gran atractivo, sus potencialidades y también, muchas veces, su perdición. En la red suelen quedar en suspenso las legitimidades del mundo real (aunque los legitimados suelen negar también esta realidad). La red pone a prueba la paciencia y, sobre todo, la perseverancia: erige, administra, relaciona y aniquila con total indiferencia. Las nuevas generaciones no escuchan radio; ven muy poca televisión y los diarios en papel les resultan piezas de museo. El verdadero problema, intuimos, será cuando se pretenda alambrar este universo infinito.