martes, 9 de octubre de 2018

CRÓNICAS ROSARINAS

Crónicas rosarinas

En Rosario anida una "ciudad ideal", esa forma a priori, controlada y dotada de los máximos beneficios de la vida urbana, que define muy bien sus límites de adentro-afuera. Sueño de Torcuato de Alvear para la Buenos Aires de fines del XIX. La realidad, en ambos casos, les pasó por encima: territorios privilegiadísimos rodeados de una conurbación mal resuelta, gobernadas cada una por fuerzas donde la impunidad es la condición esencial de subsistencia. Situación especular esta de Rosario con Buenos Aires, las dos prósperas ciudades fundacionales de la Modernidad argentina de fines del XX. Una estrategia territorial que se enseñoreó sobre las formas de vida y de algún modo trazó el destino tan inexorable como inevitable del resto del país. Depositarias de un legado, material y existencial, del afuera, cabezas de Goliat que en algún momento tendrán que hacerse cargo de ese cuerpo decapitado. Rosario florece en primavera. Bella, atiborrada de cultura, congresos, tecnología, proyectos urbanísticos y soja. Del resto, como decíamos ayer, se encarga el narco.



 







Fotos: Z.L. (9/10/18)