jueves, 11 de febrero de 2010

Cine / Avatar

Que se apele al lugar común, a lo que pertenece de alguna forma a la memoria colectiva (la conquista de América, las invasiones norteamericanas, la voracidad de las grandes corporaciones, las ambivalencias de la técnica, el choque de civilizaciones, etc.) como una forma de economía comunicacional, no es lo peor que tiene Avatar. Tampoco ese afán de ser un reparador, con música épica de fondo, de todos los desquicios de la vida real, pasados, presentes y futuros. Lo que en principio resulta insoportable es esa seguidilla de recetas probadas y taquilleras, encadenadas durante tres horas, que parece corresponderse con el mecanismo de cortar y copiar que se suele hacer cuando hay pereza mental o deseos de éxito rápido. Sin embargo, la pregunta que surge es ¿qué efectos acarrea, aparte de llenar taquillas, un filme como Avatar? Coincidiendo con Henry James cuando se refiere a la literatura, la mala ciencia ficción atenta directamente contra la buena. Allien, o Sé lo que hicieron el verano pasado, por ejemplo, no constituyen peligro alguno para esa capacidad revulsiva que tiene el terror. Pero esta mezcolanza presuntuosa y deglutida hasta el hartazgo desactiva cualquier dimensión crítica del género, fundada en aquellos cuestionamientos sobre el espacio, el tiempo y la técnica que comparte con la Filosofía . Los actores de carne y hueso, la híper actualidad de las intenciones imperiales con sus mercenarios de turno y hasta la perversa imagen del héroe con capacidades diferentes, alambran el universo de lo pensable en el único duelo posible de malos contra buenos, con desertores, salvadores y redenciones. No hay posibilidad alguna de fisura porque la forma es siempre la misma, camuflada ahora tras el despliegue visual. Lo verdaderamente reaccionario de Avatar es, paradójicamente, su nula capacidad estética, la inexistencia de ese umbral al que nos convoca todo film (bueno) de ciencia ficción cuando nos obliga a replantearnos sobre nuestra existencia y sobre nuestras propias posibilidades de autoconciencia.
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