lunes, 6 de julio de 2020

CRIMEN Y POLÍTICA. LA PROPIA MEDICINA

Crimen y Política. La propia medicina 


El 19 y 20 de diciembre fueron asesinadas 39 personas en todo el país, en manos de las fuerzas policiales, a raíz del estallido social que derivó en la caída de De la Rúa. Durante los años siguientes algunos responsables fueron enjuiciados y condenados. El 25 de junio de 2002 fueron asesinados los piqueteros Maximiliano Kostecki y Darío Santillán, militantes de Movimientos de Trabajadores Desocupados, por efectivos de la policía Bonaerense, durante una jornada de protesta en la Estación Avellaneda (que hoy lleva sus nombres). Este hecho obligó al entonces presidente Eduardo Duhalde, que había asumido interinamente después de la hecatombe de 2001, a adelantar las elecciones para abril de 2003. El 7 de marzo de 2006 fue destituido, tras juicio político, el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad Aníbal Ibarra por la masacre de Cromañón, ocurrida el 30 de diciembre de 2004, en la que murieron cerca de 200 personas (y siguieron muriendo después familiares y amigos de los mismos). El 20 de octubre de 2010 fue asesinado Mariano Ferreyra, militante estudiantil y del Partido Obrero, por una patota de la Unión Ferroviaria, durante una jornada de protesta de los trabajadores tercerizados de la línea Roca. También en la Estación Avellaneda y con fuertes sospechas de que los asesinos gozaron de la complicidad de las fuerzas policiales de ambos distritos. El 22 de junio de 2012 fue destituido el entonces Presidente del Paraguay Fernando Lugo por la masacre de Curuguaty, cuando once campesinos fueron emboscados y asesinados a tiros por la policía y otras fuerzas, por ocupar tierras privadas. El 18 de enero de 2015 fue asesinado el fiscal Alberto Nisman en su departamento de Puerto Madero. La figura de “asesinato” fue probada por la Justicia y el móvil, sus denuncias sobre la causa AMIA. Lo que aún no se encuentra es a los culpables. En agosto de 2017 desaparecía Santiago Maldonado durante una jornada de represión por parte de la Gendarmería Nacional sobre el territorio sagrado mapuche en Chubut. Su cuerpo fue encontrado dos meses después en el río del mismo nombre. La causa sigue abierta; convocó manifestaciones multitudinarias. El sábado 4 de julio de este año fue hallado asesinado en Calafate Fabián Gutierrez, ex secretario de CFK, imputado-arrepentido en la causa “cuadernos” donde se acusaba por asociación ilícita a la ex presidenta. Los supuestos autores ya están detenidos, la fiscal de la causa es sobrina de Cristina y al Juez interviniente le parece que a los sospechosos, hijos del poder de Calafate, "el tema se les fue de las manos"; el Presidente Fernández y el resto del gobierno afirman que politizar el crimen es una “canallada”, “miserable”, “oportunista”, etc. La oposición retruca recordando los muertos que les tiraron encima.
Arrancamos en el siglo XXI, la lista es interminable y harto incompleta. Culpables que pagan su pena casi inmediatamente; sospechas de que no todos los responsables fueron enjuiciados; otros que tardan años en sentarse en el banquillo y otros que no lo hacen ni lo harán jamás. Causas abiertas, causas cerradas, causas dudosas, otras interminables. Crímenes simulados, accidentes dudosos, puestas en escena, venganzas y muertos que se tiran para desestabilizar poderes: la historia de América Latina se puede leer también a través de esos cuerpos sacrificados. Seguramente, sería mucho más interesante que la historia oficial.