miércoles, 17 de febrero de 2021

ESCRITURA Y FUERZAS SUBTERRÁNEAS

 Escritura y fuerzas subterráneas

La desconcentración que experimento en este último tramo del libro (en etapa pos corrección) tiene un motivo evidente: el no deseo del final. La escritura ampara y repara. Genera una burbuja que entabla con el presente una distancia protectora. Escribir un libro en forma independiente es de alguna forma "estar a salvo". Salir por un rato de la indeferenciación. Del todo igual. O peor aún, de la escritura encarcelada a estatutos inviolables. Pero no toda escritura no normalizada es defensiva. El salto al vacío genera vértigo y a la vez, la exigencia rigurosa: no conviene agregar “provincias al ser”, ni acrecentar el ruido o la previsibilidad (gran problema de la escritura académica). La escritura interesante siempre surge de algún escondite, implica en su estructura al cuerpo, a esas fuerzas que reptan subterráneas y sin historia, al secreteo. No hay salida, afirma Barthes, solo trampas a la lengua. O su  soberanía, al modo Bataille. Más salvaje aún, el depredador que espera a su presa para desmembrarla. Al fin y al cabo, ¿qué no son sino las creencias, los dogmas, los cánones, las valoraciones, que material finito y sujeto a destrucción?