miércoles, 26 de agosto de 2009

CINE / DILLINGER

Los entrañables enemigos
El problema de ver una película basada en hechos reales es que uno ya sabe el final. Esto que parece un poco infantil, no lo es si hablamos por ejemplo de los héroes románticos. Como siempre los terminan matando, se debe luchar contra la tentación de solidarizarse demasiado con el personaje. O mejor dicho, contra la solidaridad previa que se tiene con él. Tarea difícil en el caso del Dillinger interpretado por el genial Johnny Deep. Auténtico héroe holliwodense de otras épocas –el otro enemigo público, Clark Gable, le enseña desde la pantalla del cine cómo debe morir-, Dillinger es recio pero no despiadado; un hombre de acción que puede volverse vulnerable por amor; un hombre increíblemente valiente que teme más perder a su amada que a la muerte. En fin, un personaje irresistible cuya sentencia dictada por la historia nos pesa durante toda la película y de la que sabemos, ni Hollywood podrá salvarlo (no es el caso, por ejemplo, del Aquiles de Brad Pitt, en el que hasta llegamos a desear que se altere la mitología y que Héctor resulte triunfante).