martes, 16 de septiembre de 2014

GLASGOW, VANGUARDIA Y TIEMPO PERDIDO


Glasgow, vanguardia y tiempo perdido
Una muy amable policía migratoria, cielo encapotado, pubs oscuros y pequeños, rojas construcciones y faraónicas estructuras industriales, y las famosas Willow tea rooms del genial Mackintosh, donde pasamos la primera tarde: bienvenidos a la bella Glasgow. Y claro, el referéndum, que pareciera dirimirse más en los medios de comunicación que en la calle. Acalorados debates televisivos, títulos catástrofe tipo “salvemos al Reino Unido” y demás chocan con cierta indiferencia del hombre común. Que de común tiene bastante poco: abundan los pelos de colores, la ropa alternativa, las combinaciones impensadas y las nacionalidades, todo un racimo heterogéneo que comulga con esa arquitectura de vanguardia que funciona de telón y de recordatorio.  (Son apenas las primeras impresiones tras 14 horas de vuelo y 4 arrebatas al reloj: ¿dónde se irá ese tiempo perdido por desplazamiento?)