lunes, 16 de septiembre de 2013

CRÓNICAS DE NUEVA YORK (1)


-Si ves una calle que tiene a todo lo largo papeles rosados o verdes, pegados en postes y fachadas, es el aviso de que allí se está filmando una película, en este momento hay 12  –dice el taxista colombiano que me trae del Aeropuerto. El JFK queda en Queens por lo que tengo alrededor de 45 minutos de charla hasta Manhattan. –Es más –agrega entusiasmado- hasta te puedes ofrecer de extra, y si están necesitando, te contratan, pagan u$s100 la hora –me asegura.  Después de un rato, agrega: -La ciudad sigue golpeada, cambió mucho, ya no se pueden volar helicópteros sobre Manhattan, la Zona Cero tiene acceso restringido igual que el mirador de la estatua…
Ficción y horror: son los primeros temas de conversación aquí en la isla. A la noche me extravío entre las pantallas del Times Square. Babel ya suena remanido, pero ¿qué otra metáfora? Infinitas lenguas parapetadas detrás de lo mismo: cualquier artefacto tecnológico que permita captar esas imágenes repetidas hasta el hartazgo en folletos turísticos, series televisivas y películas de cine. Compruebo que la multitud, sobre todo, está fascinada con el espectáculo de ella misma.